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  • Iván Delgado Sánchez

Marvel Studios: 10 años de amor al cómic



Cuando los superhéroes nacieron allá por los años 30, jamás nadie esperaría que se convirtiesen en uno de los más grandes iconos de la cultura pop actual. Esta entrada es un homenaje a uno de los mayores culpables de esto: el Universo Cinematográfico de Marvel (o UCM para abreviar).


Los cómics han estado siempre presentes en las vidas de muchos jóvenes (y no tan jóvenes), trasladándonos a mundos donde todo es posible: desde convertirte en un héroe al ser mordido por una araña hasta poder poseer aves cósmicas de poderes inimaginables. Cada serie permitía explorar diferentes rincones de un todo, un multiverso completo entrelazado por miles de personajes e historias concentrados en un puñado de páginas. Y os preguntaréis, ¿cómo algo con tantísimo potencial ha tardado tanto en ser explotado en el cine? Con el boom comiquero actual parecería que esto es algo nuevo pero la verdad es que los superhéroes dieron el salto a la gran pantalla hace mucho.


El Superman de Reeve se convirtió en una las primeras representaciones icónicas de un superhéroe en el cine.


Poco después de su popularización en el formato cómic, ya empezaron a aparecer seriales de los primeros héroes. Superman, Batman y el Capitán América se apropiaban de los televisores durante las tardes de los sábados. Años más tarde, Adam West se ganaba un hueco en el corazón de muchos con su divertida representación del Caballero Oscuro. Michael Keaton hacía lo propio en las películas de Tim Burton, y Christopher Reeve nos regalaba la mejor representación del Hombre de Acero hasta la fecha. Los superhéroes de cómics salpicaban las pantallas de vez en cuando, llegando incluso a arriesgar con personajes menos conocidos como la Cosa del Pantano o The Rocketeer.


Con el fin de siglo a la vuelta de la esquina, nuevos héroes empezaron a ocupar las carteleras de cine. Spawn, Blade y hasta los Cuatro Fantásticos tuvieron sus películas, pero la cantidad (y calidad) de estos productos estaba muy lejos de lo que estaba por llegar.


El nuevo siglo no pintaba bien para Marvel Studios. Tras haber tenido que vender los derechos en el cine de sus personajes más importantes para evitar la bancarrota, la idea de crear un universo compartido en la gran pantalla era inconcebible. Paradójicamente, sin las películas que diferentes distribuidoras lanzaron en esos años, el Universo Cinematográfico de Marvel no existiría tal y como lo conocemos. Las principales culpables de esto no son otras que X-Men (2000) y Spider-man (2002). Aunque otras cintas como Daredevil, Ghost Rider: el motorista fantasma o Los Cuatro Fantásticos también vieron la luz, la calidad tanto de la franquicia mutante como de la trilogía del arácnido fueron las que verdaderamente hicieron que los superhéroes se asentaran como uno de los pilares de la cultura pop.


Con sus fallos y aciertos, el UCM debe mucho a estos X-Men.


En el mismo año que El Caballero Oscuro revolucionaba el género con un Batman más realista y el mejor Joker que ha visto el cine, el Universo Cinematográfico de Marvel ponía su maquinaria a funcionar con Robert Downey Jr. dando vida al Vengador de hierro en Iron man. Jon Favreau se encargó de la dirección de la película, presentando a Tony Stark en una buena historia de orígenes que sentaría las bases del universo que empezaba a construirse. La escena post-créditos (una de las señas de identidad del UCM) sugería que los Vengadores no tardarían en reunirse e introducía a Nick Furia (Samuel L. Jackson) como el punto de unión de las diferentes películas.


Hay que recordar que, en aquel entonces, los Vengadores no tenían la fama de la que hoy gozan, pues en los cómics eran otras las licencias que lideraban las ventas de la editorial. En especial, Iron man era un personaje de segunda, con poco peso en el mundo de las viñetas, por lo que el mérito de lo que estaba por llegar es mucho mayor.


Que hoy Iron man sea de los héroes más conocidos es gracias a esta película.


Diferentes personajes obtendrían sus películas en lo que luego sería conocido como la Fase 1 del UCM. Con una crítica y taquilla mediocres El increíble Hulk, Capitán América: el primer Vengador, Thor e incluso una secuela de Iron man verían la luz en los años venideros. A pesar de todo, gracias a la gran mente de Kevin Feige, cada película mostraba un rincón diferente del basto universo que se estaba construyendo, cada una con su estilo y su visión pero dando siempre indicios de que todas compartían el mismo plano y encaminándolas en la dirección del que sería el primer pelotazo de Marvel Studios.


En 2009, Disney se había hecho con Marvel Studios dando un gran salto en calidad y presupuesto al UCM. Esta compra no pudo llegar en mejor momento pues en 2012 se estrenaría Los Vengadores, siendo la primera cinta de esta nueva etapa. Reuniendo a los personajes presentados en las diferentes películas individuales y añadiendo algunos nuevos, los héroes más poderosos de la Tierra debían enfrentar una invasión alienígena orquestada por Loki, el hermano de Thor. Con multitud de momentos épicos y una gran trama sumados a un trato brillante de la relación entre personajes, la película fue un éxito tanto entre los fans como entre aquellos que no conocían el material original. La obra dirigida por Joss Whedon recaudaría 1500 millones de dólares, convirtiéndose en la quinta película más taquillera de la historia y pondría al Universo Marvel en boca de todos.


Momentazo para la historia: los Vengadores reunidos por primera vez.


Marvel Studios había logrado algo casi inaudito en el cine. Había conseguido unificar bajo un mismo techo diferentes franquicias para hacerlas desembocar en un evento sin precedentes que las reunía a todas ellas. Pero esto no había hecho más que empezar y Kevin Feige anunciaría las Fases 2 y 3 que acabarían culminando en un mega-crossover cuyo recorrido ya se había iniciado: Thanos (que apareció por primera vez en la escena post-créditos de Los Vengadores) se encargaría de buscar las ya presentadas Gemas del Infinito. Esta trama llegaría a su cénit en Vengadores: Infinity War, película cuyo estreno motiva esta entrada.


La Fase 2 proveía de nuevas películas a la Trinidad Vengadora: Iron man 3 dividía al público con una apuesta arriesgada en la que Tony debía demostrar lo que valía sin su armadura; Thor: El mundo oscuro ampliaba la mitología nórdica sin mucho acierto, haciendo de esta entrega uno de los grandes fracasos de Marvel; y Capitán América: El soldado de invierno daba con la tecla a la hora de traer de vuelta de la muerte a Bucky Barnes, el mejor amigo de Steve y colocaba a los hermanos Russo como directores predilectos en el UCM.


A su vez, el universo Marvel ampliaba horizontes más allá del planeta Tierra introduciendo a los Guardianes de la Galaxia, un grupo cósmico poco conocido en los cómics que gracias a la reformulación de James Gunn se convirtió en un éxito más para la compañía. La hilarante comedia se volvió rápidamente una de las franquicias más queridas por los fans y sus personajes se ganaron un hueco en el corazón de todos. Con esta cinta, Marvel demostró una vez más que casi cualquier tipo de historia tenía cabida en su universo y que aún había mucho por descubrir del mismo.


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La segunda entrega de los Vengadores llegó con muchísima expectación pero a pesar de no tener malas críticas y de presentar a nuevos personajes, no llegó al nivel de la primera. Algo después se estrenaría Ant-man para cerrar la Fase 2, que seguiría sacándole partido al basto mundo de Marvel explorando el microverso.


En este punto, con dos fases concluidas, el Universo Cinemático de Marvel estaba más que asentado, dando pie a otros (intentos de) universos extendidos en el cine. Aunque muchos seguían teniendo dudas y otros tantos se habían bajado ya del carro, los fans estábamos encantados de lo que la compañía estaba consiguiendo, pero jamás nos hubiésemos imaginado que lo mejor llegaría en la Fase 3.


La Fase 3 de Marvel empezaba marcada con la vuelta a casa del hijo pródigo de la Casa de las Ideas. Gracias a un acuerdo con Sony, Marvel Studios obtenía los derechos de Spider-man para su introducción en el UCM y así, el universo Marvel recuperaba una pieza clave de cara al futuro. Este haz de esperanza se vería eclipsado por el panorama desolador que nos traía la primera película de esta fase. Capitán América: Civil War cerraba la trilogía del primer Vengador con una guerra superheroica que dejaba a los Vengadores completamente fragmentados, con una pérdida casi total de la confianza entre los miembros del disuelto equipo. Pero no todo iban a ser malas noticias pues esta cinta no solo presentó a un fantástico Tom Holland como el héroe arácnido sino también incluyó al rey T'Challa (Chadwick Boseman), preparando el camino hacia Black Panther.


Desde su primera aprición, Spidey se roba cada escena.


Tras este primer film, podríamos decir que hubo un punto y aparte que diferenció al resto de la Fase 3: un cambio en el equipo creativo que controlaba las películas de Marvel hasta ahora supuso una mayor libertad artística que se tradujo en las películas más coloridas y visualmente espectaculares del UCM. Doctor Strange fue la primera en 'sufrir' en sus propias carnes este sustancial cambio y el resultado no pudo ser más positivo. Además del increíble trabajo de Cumberbatch como el Hechicero Supremo, los efectos visuales de la cinta marcaron un antes y un después en la compañía.


Después de la emotiva secuela de los Guardianes, el amigo y vecino Spider-man por fin obtenía su esperada película en solitario. Sin llegar a la altura de las obras de Sam Raimi, Spider-man: Homecoming era un soplo de aire fresco frente a la inacabada trilogía de Amazing Spider-man. Holland clava hasta el más mínimo detalle del arácnido, dándole un enfoque mucho más adolescente e inexperto, calcado al Peter Parker primerizo de los cómics.


La siguiente película de esta fase supuso una revolución para el personaje que la protagoniza y su mitología. Thor: Ragnarok prometía el fin del mundo para los asgardianos pero se convirtió en todo lo contrario gracias al director Taika Waititi. Con su particular sentido del humor, no solo realizó una película notable sino que hizo que el personaje interpretado por Chris Hemsworth se convirtiese en el favorito de muchos, todo un logro teniendo en cuenta que las dos películas anteriores que conforman su trilogía eran más bien insulsas.


Thor: Ragnarok es una de las mejores muestras del cambio artístico que sufrió Marvel Studios.


Y cuando parecía que la Fase 3 no podía dar nada más de sí, Black Panther hizo acto de presencia para arrasar con todas las expectativas, convirtiéndose en la película de superhéroes más taquillera de la historia en Estados Unidos. Su magnífica representación del pueblo africano demostró una vez más que cualquiera tenía cabida en este basto universo.


Con las bases más que asentadas y después de un éxito tras otro, por fin llegó al Universo Cinemático de Marvel el macroevento que llevaba forjándose 10 años. Vengadores: Infinity War, que ya cuenta con una recaudación de más de 1000 millones de dólares en todo el mundo, ha demostrado una vez más que lo que ha conseguido Marvel Studios es un hecho sin parangón. Esta película ha logrado reunir a todos los héroes que han ido apareciendo en esta fructífera década y, sin cometer un solo traspiés, los Russo han labrado un evento de dimensiones cósmicas que no hace sino poner de manifiesto lo mucho que puede dar de sí aún el género superheroico.


Quedando aún 3 películas para que el UCM cierre su fantástica Fase 3, lo que se avecina sólo puede ser esperanzador. La vuelta de los X-Men, Deadpool y, por supuesto, los Cuatro Fantásticos a la Casa de las Ideas en los próximos años pone los niveles de expectación por la nubes.


Lo que han conseguido Kevin Feige y los suyos no es fruto de ninguna fórmula secreta o pacto con el diablo, es solo el producto de un increíble respeto por los personajes de la editorial, tratándolos con sumo cuidado e intentando que cada detalle sea lo más fiel posible a los cómics; aunque sin miedo a tomarse licencias para que cada personaje o película no sea sino un engranaje más de la gran maquinaria que es este universo.


El futuro de nuestros héroes depende ahora de la voluntad de Thanos.

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