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  • Iván Delgado Sánchez

Días del futuro 'enelqueelgéneroestaráexplotado'



Desde que los superhéroes se pusieron de moda allá por los años 60, se han explotado como verdaderas marcas: sacando camisetas, pósters, figuras y, por supuesto, películas y series. Son míticas las cintas del Superman de Christopher Reeve o la serie de Batman de Adam West, así como la película de Howard el Pato, película de culto para aquellos que la vieron nacer en 1986. Pero no fue hasta la llegada de X-Men (2000) y Spider-man (2002) cuando los superhéroes de cómics calaron más en la sociedad y dejaron de ser un producto solo para frikis.


El Superman de Christopher Reeve. Una de las primeras películas de superhéroes.


El Universo Cinematográfico de Marvel llevó a los superhéroes a su máximo exponente de la mano de Los Vengadores que, aunque ahora son el pilar fundamental de Marvel tanto en el cine como en los cómics, no era para nada así antes de que empezase la Fase 1 de Marvel con Iron man.


Marvel desarrolló a estos personajes, hasta ahora no tan conocidos, con cintas individuales que no fueron nada del otro mundo pero que sí fueron pioneras en dar la cohesión y unión que faltaba en este tipo de películas hasta ahora, algo que es muy importante en obras de este género, teniendo en cuenta que en los cómics hay cientos y cientos de personajes que comparten un mismo universo y los lectores los ven continuamente saltando entre las diferentes series de cómic. Por esto precisamente, Los Vengadores fue un éxito tan rotundo, ya que juntó a muchos de los héroes más importantes de los cómics en una misma película, haciendo que los frikis como yo quedásemos totalmente complacidos.


Hasta esta película, jamás se habían visto tantos héroes juntos en la gran pantalla. Y lo flipamos, como para no hacerlo.


La aclamación de la crítica y la increíble aceptación de los fans dieron como resultado las Fases 2 y 3, con secuelas de todas las películas que habían iniciado este Universo Cinematográfico y la inclusión de nuevos personajes, expandiendo aún más la mitología de este universo. Cosechando éxito tras éxito, aunque con algún que otro bache (ejem Thor ejem), Marvel tiene películas planeadas hasta 2019 y no parece que la cosa vaya a parar ahí. Si a esto además le sumamos las películas de Fox y Sony y la aparición (para nada estelar) del Universo Extendido de DC, nos quedan más de 4 películas superheróicas al año.


Y esto, tarde o temprano terminará. La gente se cansará de los superhéroes, de la misma fórmula repetida hasta la saciedad y de las tramas sin trasfondo. Si aún no ha pasado es por la gran riqueza de historias y personajes que nos ofrecen los cómics. Es precisamente esta variedad la que puede salvar el género, aprovechando la multitud de personajes distintos para ofrecernos historias que se alejen de las típicas tramas que vemos continuamente en el cine de héroe vence a villano. Ya con Capitán América: Civil War o Batman v Superman se han ido notando atisbos de este cambio, pero no son estos los ejemplos que quiero poner ya que, aunque sus tramas sean algo distintas, no dejan de ser blockbusters.


Contra todo pronóstico, el principal precursor de esta revolución en el género superheroico ha sido Deadpool. Su película fue la primera en tener una calificación R (para adultos), algo inexplorado en el cine de héroes del cómic hasta ese momento, y su éxito total abrió la puerta a la ya estrenada Logan, película que cerró la trilogía del mutante de garras de adamantium dándonos al Lobezno que todos queríamos ver: violento y sin censura. Tanto DC como Sony (Marvel, siendo propiedad de Disney es difícil que lo haga) han empezado a plantearse hacer películas de este tipo ya que, al contrario de lo que muchos piensan, los cómics no son solo para niños y tienen tanto tramas como personajes muy adultos y serios. Por ello, ya empiezan los rumores de películas con calificación R de Lobo (DC) o Venom (Sony).


Deadpool sacándole la lengua al género superheroico.


Sin embargo, la alternativa a lo clásico en el cine de superhéroes no está solo en hacer películas más violentas sino en explorar todos los géneros cinematográficos y adaptarlos al cine superheroico. Que se quiere hacer un western, pues se hace pero en el contexto de los cómics; que quieres una comedia romántica, pues coges a una pareja de superhéroes y ahí lo llevas; ¿un musical? pues haces algo parecido al crossover que se ha hecho entre las series The Flash y Supergirl. Hay muchísimas posibilidades y aún más cómics donde elegir. Ahora que el Universo DC está empezando y el de Marvel está llegando al fin de una etapa, es un buen momento para pararse a pensar en qué es lo mejor para que este género, que tantas alegrías nos está dando, dure lo máximo posible.


Escena de Kick-ass, otra película que se aleja de la típica película de superhéroes sin salirse del contexto.


Si todo sigue igual, no creo que la burbuja de los superhéroes vaya a explotar hasta mínimo 2020, aunque sí creo que dependerá mucho del nivel que muestren las diferentes franquicias, pues si se mantiene un nivel bueno de películas, la gente tardará más en cansarse de este género. Una vez que esto haya ocurrido, estoy seguro de que las películas y series de superhéroes seguirán estando presentes en los cines, ya que los cómics y sus personajes se han convertido en parte importante de la cultura pop. De lo que estoy seguro es que tienen que explorarse todos los rincones que nos ofrecen los cómics (y ahora me refiero también a obras que no traten temas superheroicos) y que nos ofrezcan a los fans, y no tan fans, productos de calidad y con la suficiente variabilidad para que, si no puedes disfrutar de series como Legión (de la que estoy preparando una reseña para analizarla más profundamente) o Daredevil, puedas hacerlo del MCU. Y por ejemplo, que Seth Rogen y Evan Goldberg (Juerga hasta el fin, The Interview) vayan a dirigir una película de superhéroes, Invencible, es precisamente a lo que me refiero: variedad y adaptación. El género lo permite, aprovechémoslo.

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