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  • Iván Delgado Sánchez

Review de Star Wars: Episodio VIII - Los Últimos Jedi



Nervios en la sala. Por fin ha llegado la esperada secuela. He leído que esta película es diferente a las anteriores y tengo miedo. Empieza la película. Créditos iniciales, vellos de punta como siempre. Una batalla en el espacio, esto empieza. Hay un chiste y me rio, pero repiten el gag varias veces. Demasiadas veces. Me remuevo en mi asiento. No va a ser la única vez que esto ocurra.


De lo mejor de la película es su apartado gráfico.


Los Últimos Jedi es una película que expande el ya basto universo Star Wars pero por desgracia no lo hace de la forma correcta. Rian Johnson se arriesga planteando cosas que no se habían tocado nunca en la saga, lo cual es un acierto, pero el guión y la mala elección en el modo de llevarlas a cabo hacen que esta cinta se quede en algo que podía haber sido mucho más y, en su primer visionado, me deja un sabor bastante amargo.


La película empieza donde acabó El Despertar de la Fuerza, con Rey (Daisy Ridley) cara a cara con Luke y ofreciéndole su sable láser para que vuelva y combata a la Primera Orden. Era un encuentro que muchos estábamos esperando ya que, no solo era la vuelta de Mark Hamill como el mítico jedi sino suponía además el inicio del entrenamiento de Rey en su camino por dominar la Fuerza. Si bien esta trama es probablemente la más interesante de las tres que se plantean en la cinta y para mí es el mayor acierto de la película, siento que se ha desaprovechado mucho el encuentro de estos dos personajes. Pasa demasiado tiempo hasta que Luke decide entrenarla y así ayudar a la Resistencia y pienso que podría haberse agilizado algo el proceso para mantener el ritmo de la cinta.


Por lo demás, esta trama es casi impecable. Las revelaciones que descubrimos sobre Luke y por supuesto la interacción entre Rey y Kylo (de la que hablaré más tarde) demuestran que la Fuerza no es sólo lado oscuro y lado luminoso sino hay más, existe realmente un equilibrio. Esta idea tan interesante se trata muy de puntillas en las entregas anteriores y no es hasta este Episodio VIII donde verdaderamente se ahonda en ella.


El ya clásico 'tonteo' del héroe (heroína en este caso) con el lado oscuro se ve mucho más creíble en esta película. A su vez, en todo momento crees que Kylo decidirá abrazar la luz e intentar redimir sus pecados pero, por si no quedó claro matando a su padre en el Episodio VII, en esta película da un paso definitivo hacia el lado oscuro y el único momento que parece alejarse de él es para volver con más poder aún.


Como ya he dicho, la relación entre Rey y Kylo en esta cinta es impresionante. En un tira y afloja constante cada uno parece ser la antítesis del otro, el equilibrio perfecto de ambos lados de la Fuerza. Adam Driver vuelve a estar increíble como Ben Solo, tanto que deja a Rey (muy a mi pesar) en un segundo plano. Mucho mérito esto tratándose de un villano.


El resto del argumento se podría dividir en otras dos tramas: la de Poe Dameron (Oscar Isaac) y la Resistencia por un lado, y la de Finn (John Boyega) y Rose (Kelly Marie Tran) por otro. A mi parecer, ninguna de estas dos líneas argumentales funcionan demasiado bien y es principalmente fallo de guion.


Estos bichos, los porgs, tienen más protagonismo que Chewbacca, R2-D2 y C3PO.


La trama de Poe consiste en la persecución de las naves de la Resistencia por parte de la Primera Orden. Como no parece haber ningún plan de escape, Dameron se amotina contra la Comandante Holdo (un nuevo personaje con un gran carisma) sólo por rellenar metraje ya que todo se podría haber solucionado con un ''oye, que tengo un plan'' por parte de esta última. Al final, esta historia únicamente sirve para que el piloto quede como un gilipollas impulsivo y para iniciar la tercera línea argumental: la de Finn y Rose.


Finn y Rose (otro de los nuevos personajes) se embarcan en un viaje para tratar de ayudar en la huida a la Resistencia. Para ello deben encontrar a alguien que los ayude a colarse en la nave principal de la Primera Orden. Este alguien se encuentra en un casino espacial, donde se divierte la peor calaña de la galaxia, ricachones vendedores de armas. La trama en sí tiene más jugo que la de Poe pero no es mucho más que un pack de lecciones morales: animales liberados, ricos humillados y una demostración más de que los buenos no son tan buenos. Además, Rose es un personaje bastante arquetípico que ni siquiera logra ser convincente en dar la pizca de romanticismo que se buscaba.


Para el momento del clímax, los giros de guion algo forzados y lo ya mencionado me habían hecho desconectar un poco de la película por lo que no pude disfrutar del que fue un final bastante decente. Con momentos de tensión en los que llegas a creer que casi cualquier personaje puede morir, una fotografía impresionante, Kylo y Luke como grandes pilares y una despedida casi perfecta para nuestra amada Princesa.


Descansa en paz, General Organa.


Mi problema con esta película es principalmente el guión y la forma en la que este es llevado a cabo. No es la peor de Star Wars pero tampoco es la mejor y estoy seguro de que en un revisionado, viéndome venir los golpes, la disfrutaré mucho más.

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