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  • Iván Delgado Sánchez

Ideales y política: el Capitán América de Nick Spencer



Aunque analizaré la parte técnica y el guion de esta etapa, mi objetivo es centrarme principalmente en la repercusión de este cómic así como los temas que trata, ya que ha sido una etapa llena de controversia.


Tras Secret Wars, Nick Spencer se hizo cargo de la serie regular Sam Wilson: Capitán América. Para quien no lo sepa, Sam Wilson tomó el manto del Capitán América hace unos años después de que Steve Rogers perdiese el suero de supersoldado, envejeciendo de golpe todos los años que habían pasado. Desde este momento, Sam ha intentado demostrar que puede ser tan buen Capitán como Steve, pero siempre siendo fiel a sus ideales.


Para aquellos que el color de piel o el sexo de un personaje es más importante que la propia historia, esto fue un mazazo tremendo, ya que Wilson es negro y todo el mundo sabe que es un sacrilegio que el Capitán América no sea caucásico. Por si no hubiese poca polémica por este tema, Spencer puso en boca de Rogers dos palabras que todos habréis oído ya: 'Hail Hydra'.


Las dos palabras que cambiaron el mundo.


Esta etapa está formada por la ya mencionada Sam Wilson: Capitán América además de Steve Rogers: Capitán América, que empezó tras el evento Punto Muerto, evento que, como Imperio Secreto, puede considerarse parte de esta etapa al estar ambos escritos por Nick Spencer y ser parte fundamental en la historia de los Centinelas de la Libertad.


En la serie de Sam Wilson (dibujada por el español Daniel Acuña), el Capitán América debe lidiar con aquellos que se oponen a que porte el escudo a la vez que trata de resolver las revueltas que ocurren en Manhattan debidas a la brutalidad policial contra la comunidad afroamericana. Estos cómics tienen un increíble valor social y político ya que son una clara reivindicación del movimiento 'Black Lives Matter' así como critican, en una muy acertada analogía, a los lectores de cómics (o no) que tanto se han quejado, en un claro acto de racismo, de la elección por parte de Marvel de que haya un Capitán América negro.


En los primeros números de la serie de Sam se produjo la ruptura entre los dos Capis por sus diferencias políticas.


Wilson se enfrenta a uno de sus mayores retos al tener que combatir al sistema en sí mismo, demostrando mediante la vía legal que los Americops, una empresa de seguridad privada, están abusando de su poder contra los vecinos afroamericanos de la ciudad. Mientras Sam intenta parar esto por medios jurídicos y algo cohibido por su posición privilegiada, Rage, un chico con superpoderes, decide salir a la calle y usar la violencia para acabar con estos actos. Aquí el guionista nos presenta una de las claves de esta etapa: ¿cómo se debe combatir la injusticia cuando la propia justicia está corrupta?


Aunque la respuesta no es blanca o negra. Sam termina por abandonar el escudo y con él su papel como Capitán América, que lo coartaba y comprometía a ser parte del sistema, para salir a la calle y luchar contra las injusticias junto a la minoría, sin violencia pero sin dejarse manipular por los que tienen el poder.


Portada homenaje a 'La saga del Imperio Secreto' de los años 70.


A la vez, Steve Rogers movía hilos para desestabilizar a Sam tras haber recuperado sus poderes en Punto Muerto. Por poneros en contexto rápido: en este evento, el cubo cósmico tomó la forma de una niña (Kobik) y ella fue la que devolvió sus poderes a Steve para hacerlo 'perfecto'. El problema llega cuando el concepto de esta niña de perfección venía formado por el mismísimo Cráneo Rojo, quien la había criado, y con ello la creencia de que ser de Hydra es parte de esa idea de perfección. Así, nuestro Capitán América cree haber pertenecido toda su vida a este malvado grupo en uno de los giros argumentales más polémicos de la historia del cómic.


Con este nuevo status quo, se empieza a explorar verdaderamente el tema que Spencer había estado desarrollando en la serie de Sam Wilson: el sistema está corrupto, ¿cómo va a actuar la gente frente a ello?


La serie protagonizada por Rogers y dibujada por Jesús Saiz, otro español, es sobre todo una base para lo que llegará en Imperio Secreto. Se centra en explicarnos lo que ha cambiado en los recuerdos de Steve y cómo desarrolla su plan hasta que cumple su objetivo de que Hydra tome el control de USA. Es por esto que creo que su contraparte es más sólida individualmente a pesar de lo bien montada que está la trama, explicando hasta el más mínimo detalle de los actos de Steve Rogers durante el pasado.


El guionista muestra cómo la ultraderecha se hace fuerte en todo el mundo aprovechándose del descontento general y usando discursos de odio, similares a los que oímos continuamente en la actualidad (independentismo, islamofobia...). Y es que, si esta etapa ha sido tan devastadora es precisamente por el gran parecido que tiene con la realidad. Es algo que podríamos estar viviendo ahora mismo, de una forma más pausada pero igualmente imparable. El populismo es una herramienta que se usa continuamente en la política, tanto en la derecha como en la izquierda, y no es un arma que usen únicamente los grupos terroristas para captar seguidores.


Steve Rogers, ya como líder de Hydra, consigue hacerse con el control de los Estados Unidos sin usar la fuerza. Se aprovecha de la corrupción del sistema y de las frágiles leyes para llegar al poder con el consentimiento de la mayoría de ciudadanos, como ya consiguió Hitler en su momento.

La democracia permite votar a todos por igual y por ello debemos ser conscientes de a quién elegimos y valorar todas las opciones, intentando evitar la manipulación de los medios y tratando de escoger al candidato que más creamos que va a ayudar a toda la sociedad, dejando a un lado nuestros intereses egoístas. Debemos tratar de hacer mejor el sistema, conseguir una mayor aceptación del pueblo para así evitar que se cometan locuras a causa de la desesperación y sólo para lograr un cambio, que podrá ir a mejor o peor, sin pensar en las consecuencias. Este tema se trata especialmente en el epílogo de Imperio Secreto, donde el Capitán América original y el 'Capitán Hydra', ya encarcelado, tienen una increíble conversación: este último expone que él llegó al poder gracias al descontento de la gente y ese sentimiento no ha desaparecido a pesar de la caída del orden de Hydra, seguirá estando ahí si no se cambian las cosas.


El contraste entre los dos Steve Rogers en 'Imperio Secreto: Omega'.


No quiero ahondar demasiado en la trama de Imperio Secreto y en cómo Sam Wilson, dándose cuenta de que no es el escudo el que hace al Capitán América sino la persona que lo porta, logra traer de vuelta al Steve Rogers original. Simplemente decir que, aunque podría haber sido un mejor evento en cuanto a su desarrollo, tanto las ideas que plantea como el cómo pone el broche final a esta magnífica etapa de Nick Spencer lo convierten en uno de los mejores eventos en la historia reciente de Marvel. El apartado artístico es también muy bueno, contando con algunos de los mejores dibujantes de la Casa de las Ideas: Acuña, Sorrentino, McNiven y Yu, que a pesar de tener estilos muy distintos se complementan muy bien en cada uno de los números.


La existencia de etapas como esta en cómics de superhéroes es vital ya que toca temas que llegan a un público que quizás no leería este tipo de historias si no llevasen el logo de Marvel o DC. Además, explora rincones e historias que no suelen verse en este tipo de viñetas, dando un nuevo giro a este género del noveno arte. Por ello recomiendo fervientemente que os la leáis y reflexionéis sobre ella como he hecho yo.

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