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  • Iván Delgado Sánchez

Review de Death Note (película de Netflix)



No es un secreto que a los estadounidenses les encanta 'americanizar' innecesariamente una película (o serie en este caso). No hablo de reboots o remakes de cintas ya hechas por Hollywood sino de coger buenas películas producidas fuera de Estados Unidos y rehacerlas bajo el sello de la Todopoderosa América™. Es el caso de Intocable, la película francesa que tendrá una nueva adaptación protagonizada por Bryan Cranston y Kevin Hart, o Toni Erdmann, que nada más ser nominada al Óscar empezó a trabajarse en su remake americano.


No sé cómo saldrán estas adaptaciones pero Death Note es un caso algo distinto. Adam Wingard en ningún momento busca adaptar el anime original sino que prefiere arriesgarse con algo diferente. En hora y cuarenta de película era imposible plasmar fielmente todo lo que ocurre en la serie por lo que el director decide tomar a los personajes y su mitología y alejarse del producto original tanto como para dar algo nuevo pero no lo suficiente como para que sea irreconocible por los fans.


El Death Note, el arma de Kira tanto en el manga como en la película.


Como ya dije en una de mis primeras entradas del blog, las series permiten desarrollar mucho más a fondo los personajes e ideas que se quieren tratar en la obra. Es lógica: a mayor duración, más tiempo para tocar estos temas. Probablemente Wingard debió tener esto muy en cuenta cuando le propusieron hacer esta película ya que habría muchas cosas que tendría que recortar del anime y los fans no iban a quedar satisfechos. Así que decidió hacer una historia diferente, sin las pausas morales del anime, intensa pero sin olvidar la historia que había detrás.


Se nota que el director es especialista en películas de terror pues el tono de la cinta es oscuro y hay verdaderos momentos con un gran aura de tensión. El propio diseño de Ryuk es terrorífico y no tan cómico como en el manga. Y el estilo oscuro de la ciudad salpicado por luces de neón da un toque muy interesante.


Un Willem Dafoe desaprovechado que da auténtico miedo como Ryuk.


Light (aquí apellidado Turner) es un chico listo de instituto, sin amigos pero sin ser el típico nerd. Es arrogante como su contraparte en el anime pero no llega a ser el sociópata con aires de grandeza que todos conocemos. Es a medida que avanza la trama y usa el cuaderno que va sintiendo ese poder y va volviéndose más engreído. Y después de que el asesino de su madre saliese impune del juicio, tiene motivos para creer que tomarse la justicia por su mano es lo más sensato.


La relación de Light con Misa, que pasa a llamarse Mia (Margaret Qualley), parece más romántica que la tóxica pareja que formaban en el manga, pero nada más lejos de la realidad. Con un interesante giro de guion se demuestra la maldad de Kira. Ella no está obsesionada con Light aunque comparten ideales y son cómplices de las muertes del Death Note.


Mia y Light, interpretados por Margaret Qualley y Nat Wolff respectivamente.


L (Lakeith Stanfield) es probablemente el personaje que menos cambia con respecto al anime (obviando el color de piel). Es un chico criado para ser detective, inteligente y peculiar. Quizás lo único reprochable sea su reacción a lo ocurrido con Wattari, su representante y mayordomo.


La rivalidad entre Kira y L es menos palpable por lo poco que la película permite pausarse y este sea seguramente el mayor fallo de la misma. En el anime ambos están continuamente anteponiéndose a las acciones del otro, echando una metafórica partida de ajedrez en todo momento. La película sacrifica esto en pos de la acción y no creo que sea algo malo, solo distinto.


Kira y L en su versión del anime.


Quitando a estos tres personajes, los más destacables son Ryuk (Willem Dafoe) y el inspector Turner (Shea Whigham), quienes tienen un menor desarrollo en la trama pero cumplen bien su función. Por poner algún 'pero', diría que la actuación del actor que interpreta a Light (Nat Wolff) es algo mala aunque no hace daño a la vista.


Death Note es un gran anime, con una historia detectivesca muy buena que plantea interesantes dilemas morales sobre la muerte y la justicia. Esta película se aleja de esto pero no deja de ser entretenida y, si te olvidas de la obra original, es una buena película de acción. Desde que soy lector de cómics y disfruto de las películas de superhéroes siempre lo he dicho: estas obras son adaptaciones, para disfrutar del producto original ya tienes el productor original. Además, es de agradecer que Adam Wingard haya prescindido del último arco del anime y no hayamos tenido que ver a Melo y N.

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